Busco la felicidad duradera continuamente, pero no la encuentro, lo único que encuentro es la felicidad durante breves instantes.Creía que huía de mí, pero tras varias noches de desvelo y agitación internos me he dado cuenta de el hecho de ser feliz depende en parte de mí, no debo dejar que los malos rollos y guerras sin sentido me atormenten, debo buscar mi felicidad defendiendo mis ideales, todo aquello en lo creo, y no dejarme llevar por la gente que utiliza la violencia, hoy he decidido que nadie va a convencerme de que la felicidad de unos se consigue a fuerza de hacer sufrir a otros.
Os dejo otra pequeña reflexión sobre la felicidad, mientras tanto me voy a preparar otro post.
Por cierto, me acabo de hacer una cuenta en hotmail, si quereis algo escribidme a la siguiente dirección: Atheneanoqueriaserdiosa@hotmail.com
En cierta ocasión se reunieron todos los antiguos dioses y decidieron crear al
hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces
uno de ellos dijo:
-Esperen, si lo vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener
un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra,
debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así,
estaremos creando nuevos dioses.
Debemos quitarles algo, pero, ¿qué les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo:
Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser en
donde esconderla para que no la encuentren jamás.
Propuso el primero:
Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que inmediatamente repuso otro: No, recuerda que les dimos fuerza,
alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya
todos sabrán donde está.
Luego propuso otro:
-Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar,
Y otro contestó:
No, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va a
construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la
encontrará.
Uno más dijo:
-Escondámosla en un planeta lejano de la Tierra.
Y le dijeron:
No, recuerda que les dimos inteligencia y un día alguien va construir
una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir y
entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
-El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio
escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses,
analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y
dijo:
-Creo saber en donde ponerla para que realmente nunca la encuentren.
Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: Donde?
La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola
fuera, que no la encontrarán.
Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se
pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo....
Siento mucho no haber escrito nada estos días, pero eran carnavales y estaba bastante pasada de vueltas pq últimamente las cosas no me van muy bien.Pero una amiga (gracias Pau) me ha contado una historia que me hizo pensar sobre el amor.
HISTORIA DEL AMOR Y LA LOCURA
Mucho antes de que el hombre habitara la tierra, habitaban en ella
virtudes y pasiones. A pesar de las grandes diferencias que existían
entre unas y otras, siempre vivieron en armonía y, un día en el que
todas andaban aburridas a la Imaginación (que ya sabes como es) se le
ocurrió una idea:
- ¿Por qué no jugamos al escondite?
Todos se miraron sorprendidos...
- ¿Y quién se queda para contar? -preguntó la Duda.
- ¡Yo! ¡Yo!... -gritó la Locura, y empezó a contar... Pero del 5 pasaba
al 80, de ahí al 27, al 48, al 72 y así siguió hasta que finalmente
llegó al 100. Entonces grito: "¡Quién no se ha escondido tiempo ha
tenido!"
Y se habían escondido todos menos uno: el Amor . Corrió y corrió de un
lado a otro sin saber donde esconderse... Pero el Amor, tan indeciso
como siempre, no sabía qué hacer, hasta que al final se escondió tras
unos matorrales.
La Locura comenzó a buscarlos y los fue encontrando a todos: a la
Pereza, que estaba tirada a sus pies y ni siquiera se había molestado en
esconderse; a la Imaginación que como siempre, estaba en las nubes; a la
Inocencia, escondida detrás de sus propias manos; al Rencor, que se
enfadó cuando le encontraron; a la Esperanza que, ilusa, creía que nadie
podría encontrarla jamás; a la Generosidad, a la Avaricia, a la
Envidia...
Entonces ya sólo faltaba el amor, pero por más que la Locura buscaba y
buscaba no conseguía encontrarlo. Y pasaron días, y todos ayudaron a
buscarle... Pero por más que gritaron que saliera ya, que el juego había
terminado, el Amor no salió a su encuentro: y es que ya sabes que el
Amor no acude cuando le llamas, sino cuando él quiere.
Entonces la Envidia, tan envidiosa como siempre, se acercó a la Locura y
le susurró al oído:
- El Amor está escondido entre los matorrales
Y allá se fue la Locura en busca del Amor... Pero por más que miraba y
miraba no veía nada. Entonces metió la mano pero se pinchó con una
zarza: y es que ya sabes que a veces hacer que el amor salga duele. La
Locura, ya enfadada y cansada, cogió una trilla y comenzó a pinchar,
pero no encontraba nada... Hasta que oyó un grito: "¡Ay! ¡Ay!" Y salió
el amor con los ojos ensangrentados.
Todos lloraron desolados y se preguntaban qué sería ahora de ellos. La
Locura había dejado ciego al Amor y ésta, al ver lo que había hecho, le
pidió mil y mil perdones y dijo:
- No os preocupéis: a partir de hoy yo seré sus ojos.
Desde entonces ha llovido mucho, pero todavía hoy el Amor es ciego y la
Locura son sus ojos."
Gracias lestat y Roge, ando media perdida
Bienvenido seas navegante al reino de Athenea, que por cierto, se ha cansado de ser diosa y estar sola en el Olimpo
Hija de Zeus y de Metis. Diosa de la Sabiduría. También conocida por Palas Atenea, debido a su victoria sobre el gigante Palas cuya piel arrancó. Es una diosa guerrera, pero no le gusta la guerra, antes de entrar en combate siempre intenta arreglar los conflictos de manera pacífica, sin embargo, una vez que entra en batalla nunca es derrotada. También preside las artes, los oficios y el conocimiento en general, muchas veces era solicitada como juez.
Es la diosa virgen por excelencia, como lo indica su epíteto Parthenos, que significa doncella. Atenea es la hija favorita de Zeus, en un principio ni siquiera tiene armas propias, se las pide prestadas a su padre cuando las necesita. También comparte con él la égida.
Metis fue la primera esposa de Zeus. Pero habiéndole advertido el oráculo, que el primer vástago que tuviese con Metis seria un niña y que el segundo seria un varón que lo destronaría. Zeus para evitar el peligro se tragó a Metis, que ya estaba embarazada de Atenea. Tiempo más tarde le sobrevino a Zeus un terrible dolor de cabeza, Hefesto le abrió la cabeza de un hachazo y de allí salió Atenea ya adulta y con armadura.
Aunque la diosa por su condición de virgen no tuvo hijos, adoptó a Erictonio. Erictonio nació cuando Hefesto trató de violar a Atenea como pago por unas armas que había construido para ella. La diosa consiguió desasirse a tiempo del abrazo de Hefesto y el semen de éste, cayó en la tierra fecundándola, de aquí nació Erictonio, al que Atenea crió como hijo propio.
En la rivalidad con Poseidon por dar nombre a la región del Ática (Atenas), Poseidón clavó su tridente en la tierra y de él emanó un lago ( en otras versiones creo un caballo, símbolo de la guerra ), Atenea clavó su lanza y surgió el Olivo, símbolo de paz y riqueza, y el pueblo la eligió a ella, fue honrada como su diosa protectora, Atenas se convirtió así en su centro de culto.
En la guerra de Troya, mandó a Poseidón a que crear grandes tormentas, debido a que el pueblo griego dió cobijo en un altar dedicado a Atenea a la profetisa troyana Casandra.
Atenea fue muy celosa de todas aquellas que intentaron igualar sus dones, como Aracne, a la que convirtió en araña por su capacidad tejer, o Medusa por su atractivo.
Se la representa armada con lanza, casco, escudo redondo con la cabeza de la Medusa, la égida y sandalias aladas. Se le asocia la lechuza, celebrandose en su honor grandes fiestas religiosas.